miércoles

No te vayas

En una antesala prevista por la muerte, te veo sonreír, ignorante de tu suerte.

Siempre hemos sido tus hijos, nos has querido como tal. Tía abuela mía, querida de mi corazón, no me dejes aun. Sabes que siempre nos has protegido, contra el cielo, el viento, la vida; desde tu posición "matigüelas" bajo tu ala herida de necedad nos cobijábamos, y en un suspiro de humildad, te abrazamos.

Te quiero, y espero que en tu afán de protegerme, de quererme como a un hijo, de proporcionarme esa seguridad que solo tu puedes dar, avisos innecesarios cerca de la escalera, tu mano fría para bajar, una canica de a duro al volver a casa, un beso de abuela en toda la cara; espero, que no vueles lejos, que tu fortaleza vana, tu actitud de hierro, victima de dos guerras, hambre e injusticia machista, me guarde por mas tiempo, me abrace y me aconseje. Porque sin ti, algo de mi muy importante se va contigo: mi infancia, mi pequeña herida de guerra en un patio de preescolar, cientos de moneditas que poco a poco recopilabas para mi, mañanas enteras junto a ti y tu tierna hermana, horas de plaza, sábados, camisas, telas e hilo para coser mi amor.

Cada momento que paso sin estar a tu lado me hiere profundo, aun no es tarde para darte las gracias, que tu con tu sonrisa perenne, eterna, dulce y desinteresada, me aceptas cada día. En esa foto mía que cuelga de tu estampa.

Gracias Tita, siempre permanecerás en el lugar que te corresponde en mi alma, muy alto, junto a tu Hermana.

PD: Se que sabes vencer a la Muerte, así que hazlo una vez mas y no te vayas de mi lado, que aun no soy grande ni malo...