lunes

¿Dónde está la luz?

Si me das el último portazo, en que calle moriré yo?

Al calor de una esquina abierta, me trago los últimos papeles que me quedaban por perder y asomo la cabeza para ver tu zaguán: y te veo por la ventana, bata negra, tez blanca, abrazada por aquel que se hace llamar tu marido. Y la felicidad ser ríe de mi.

Todo ocurrio muy rápido, tanto que rehciste el puzle en segundos, cambiando unas piezas por otras, mostrandome la cara verde de la verdad, rozando el absurdo.

Tengo que partir, adiós mi negado amor, tengo que ir a donde los payasos se rien de los tristes y las fieras duermen sueltas a expensas de los sin techo.

Un beso desde mi infierno.