sábado

Sin tu saberlo, me quedé en ti

Sin yo quererlo, me quedé esperando. Y encontré mientras miraba al suelo, una página de un periódico vasco. Me contó que allí estabas, que no vendrías a verme; el tiempo te arrastra, y me comprime el alma.

Y es que amar a largo plazo, a larga distancia, a largo llanto, no es si no una prueba, una meta que nos imponemos; un canto sereno a Ishtar, un momento de serenidad entre la truculenta calma del estar y no ser. Donde vivo si no es en tu corazón, dónde si no es en tu mirada. Dónde quieres que tenga mis palabras, mis pasos no me alcanzan, vuelo y te hayo. Mi cuerpo no se merece salir, y nuestras almas se ruzan a medio camino, propuesta pura, sincera, salida del mismisimo Hades, para hacernos felices por telefono, carta o mail. Un segundo contigo, solo un segundo y mis penas se van allá donde no vivo.

Tu y yo, juntos en un rincón del mundo, situado cerca de la imaginación, la paciencia, el amor.