sábado

Reina de Corazones rotos

Buenas noches, sea usted bienvenida a la magnífica cena que hoy le ofrezco; de primero (los entrantes ya acabaron) un Deseo, de segundo una Ilusión y de postre, yo.

Es fácil, no puede tomar el postre sin Deseo y por supuesto sin Ilusión. En sus manos queda que el baile de después lo hagamos con el estómago enamorado.